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Encuentro de Mayores y Mayoras Indígenas Espirituales de América del Sur y el Abya Yala


LLAMADO DESDE EL CORAZÓN DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS A LOS HERMANOS Y HERMANAS DEL MUNDO, PARA LA SANACIÓN Y RECONEXIÓN CON EL CORDÓN UMBILICAL DE LA MADRE TIERRA


Representantes de los pueblos y naciones originarias de América del Sur, Centro y Norte, la India y Japón, nos encontramos respondiendo al llamado de la Madre Tierra (PACHAMAMA). Sentimos como sus hijas e hijos el dolor que vive y por ello, tenemos la responsabilidad de actuar para su protección y su sanación, incluyendo la de la humanidad.


Alrededor del fuego sagrado, durante días y noches, compartimos la memoria de nuestros orígenes, cuando vivíamos en paz, en unidad, en armonía entre los pueblos y con el Universo.


Alrededor del fuego sagrado compartimos las resistencias y los dolores de siglos de esclavitud, colonización, invasiones y violencias, que bañaron con sangre y lágrimas a nuestros territorios y que interrumpieron el orden natural. Todo esto fue resultado de un paradigma centrado en el individualismo exacerbado y en una visión fragmentada de la vida. A pesar de estas circunstancias no perdimos nuestra conexión ancestral; y con el tiempo la resistencia de nuestros pueblos ha venido creciendo más fuerte. Los pueblos ancestrales han vivido de acuerdo a los pilares de la espiritualidad, reciprocidad y una visión integral, viviendo en armonía con los ciclos de espacio y tiempo.


Está claro que hoy nuestra Madre Tierra sufre graves destrucciones de los ríos, lagos, mares y las fuentes esenciales de la vida (los cuatro elementos), poniendo en riesgo la existencia de todos y toda la vida en el planeta. La causa de todo esto es el sistema económico, político y cultural, guiado por la codicia y la avaricia.


Las enfermedades espirituales manifestadas en forma de minería extractiva, los monocultivos basados en las agroindustrias, el tráfico de drogas, hidroeléctricas, la guerra y el conflicto, los dogmatismos y fanatismos, desarmonizan y generan desequilibrio. Todo esto nos convoca a retornar al origen, a la raíz, a nuestros sitios sagrados, y a los gobiernos originales los cuales estaban basados en el Gran Consejo representativo de los cuatro puntos cardinales (Norte, Sur, Oriente y Occidente).


En consecuencia, nosotros como representantes acordamos restablecer el Consejo de Naciones y Pueblos Originarios del Mundo, el legado de nuestros ancestros, como una instancia guía para nuestros gobiernos propios. El Consejo deberá ser conformado por los abuelos y abuelas sabios espirituales, líderes de las organizaciones de los pueblos originarios y líderes de las cuatro direcciones.

La palabra puesta por los representantes orienta este Consejo para ayudar a sanarnos y sanar a la Madre Tierra, para preservar y trasmitir la sabiduría ancestral a las presentes y futuras generaciones. El Consejo de Naciones y Pueblos Originarios del Mundo tiene el propósito de conducir a la humanidad de regreso al Buen vivir (Sumaq kawsay).


En este camino nos comprometemos a: tejer los nudos que atan y articulan lo local con lo global, a revitalizar los centros de pensamiento y conocimiento ancestral, los centros de acción y conocimiento de las mujeres; también a revitalizar la comunicación ancestral, la música, los cantos, las danzas, los rituales y ceremonias sagradas de los pueblos, las fiestas ceremoniales lunares y solares y la recuperación y purificación de los sitios sagrados. Nos comprometemos a trabajar con fuentes de energías limpias para restablecer al equilibrio y restaurar el orden natural.


Este es un llamado desde nuestro corazón al corazón de todos los que compartan esta conciencia colectiva de cuidar y proteger nuestra gran casa. Hacemos un llamado:


1. A las organizaciones sociales y políticas: para que escuchen este mensaje y reflexionen que la sabiduría de nuestros pueblos ancestrales es la solución para curar la enfermedad que experimenta nuestra Madre Tierra.

2. A los gobiernos: para que reconozcan y valoren la sabiduría, conocimiento, ciencia y autoridad espiritual ancestral que han mantenido la integridad de los territorios indígenas.

3. A las Naciones Unidas: para que apoyen la aprobación de los derechos de la Madre Tierra.


El nuevo amanecer nos anuncia que la esperanza, la felicidad, la paz y la armonía están en este momento en el retorno, en el espiral de la vida.


Convocamos a todos los Pueblos Originarios a hacer la traducción de este documento en sus lenguas propias.


CHINCHAYSUYU CAJIBIO (ECOALDEA ATLÁNTIDA), CAUCA, COLOMBIA, 9 DE MARZO DE 5527 (2019).


Comuniquese, difundase, cúmplase.



Este encuentro se ha llevado a cabo gracias al apoyo de las organizaciones: International Center for Cultural Studies (ICCS US) | Center for Earth Ethics | The Fountain



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